Auto-Reciclando


De las mil y una veces que pude disfrutarte
Solo al final quise hacerme entender,
Entre llantos y silencios congestinados
Que parecían acallar pensamientos encontrados.

Lágrimas que se escurrían sobre azulejos nacarados,
Pétalos de flor en celo que se despojaban del liguero,
Mil y una caricias que quedaron sin consuelo
Para volver a buscar al final del camino ya borrado.

Mi barroquismo exagerado
Mezclado con tu explosiva jovialidad.
Ese Ying y Yang por el que nadie apostaba
Y ahora que se unieron la caída es deliberada.

Estos cristales en los que se tornan mis recuerdos,
Estos arañazos que siento aparecer
Ya no son más que letras sin sentido.
No logro vislumbrar lo que pudimos sufrir y malvivir.

El sonido se ha muerto en vilo,
Como una parada de latido acelerado,
Una caída totalmente vertical
Que aparece tras un suelo retirado.

Mientras caemos en este mundo volcado,
Sin fondo, sin manos
Vamos controlando pulsaciones
Y midiendo cada retazo de chispa ardiente.

Como buscadores de tesoros perdidos
Al encuentro de lo que dejamos caer
Nadando en busca de algo nuevo
Que ocasione nuestro posible renacer.

Porque esto que es vivir sin sentir
No está pagado con lágrimas o suspiros.
Esto que es el tiempo pausado y muerto
No responde a lo natural del ser vivo.

Mas seguimos jugando contra el destino,
Apostando esas viejas cartas arrugadas
En contra de esta marea mundana,
Enfrentados al sentir rápido y voraz
Que nos enseñan con cada representación,
Mero cuento irreal de no acabar.

Escribamos nuestra historia
Con un final endulzado
O metámonos bajo las mantas
De estos payasos malformados,
Que aprendieron a estimarse,
A besarse entre lágrimas y risas descaradas,
Mientras la noche giraba cuan fondo de teatro.



_Mey_

Comentarios

Entradas populares de este blog

En punto muerto

Camino a Santiago (1ª parte)

Los colores y su lenguaje