Camino a Santiago (2ª parte)

Bueno, el segundo día de caminata empezaba…y para evitar el cansancio y agujetas del día anterior (en mi caso duraron todo el día) pues no iban mas unos estiramientos para calentar antes de empezar. Salimos, con la única luz de nuestras linternas, ya que siendo alrededor de las 6 era normal.
Y hasta que no empezó a clarear no pudimos hacer fotos a nuestro alrededor y por supuesto girarnos para ver todo lo que habíamos dejado a lo lejos y abajo.
Y después de una buena subida y habiendo encontrado un buen lugar para tomar aliento, no venia mal aprovechar y mirar la guía. Había que estar seguros de los kilómetros que nos tocaban hacer y calcular más o menos las horas que nos llevarían. Y de paso no estaba de mas disfrutar del paisaje, cada vez con mas luz.
Ya a esta hora empezábamos a encontrarnos con otros caminantes que venían del mismo pueblo, tal vez incluso albergue, ya que había varios en ese (tal vez mas baratos, nosotros nos fuimos al primero xD).

Y bueno, cuando esto ocurría, era usual saludar de caminante a caminante o de caminante a peregrino en bicicleta o viceversa con un “buen camino”.

El sol ya empezaba a salir, el calor se empezaba a notar, y nuestras fuerzas muy frescas al inicio de la mañana se iban agotando al ritmo de las horas y grados de calor húmedo. Aunque mientras no sobrepasara el mediodía era aceptable, lo mejor era seguir para evitarlo o aguantarlo lo menos posible.
Tomamos por costumbre desde el inicio, que el primero que llegaba a cada pueblo se hacia una foto junto al cartel con el nombre del mismo. Este día casi siempre era mi hermana, que al ir a un ritmo mas lento le dejábamos ventaja. A veces tanto que la perdíamos de vista, pero por suerte en el siguiente pueblo ya estaba allí esperándonos.

Y este en especial fue muy curioso, puesto que contenía una cabaña tipo Casa de Hagrid (Harry Potter). Pero era más curiosa y hermosa que la anterior dicha, puesto que tenía grabados alrededor de toda ella los símbolos celtas del zodíaco, incluso en la puerta.
Y al lado de la cabaña había una taberna ambientada al estilo medieval… muy original en nuestra opinión, pero cerrada desgraciadamente.Y lindando con la taberna se encontraba el albergue del pueblo, más nuevo (y ambientado con lo demás que allí había, al mismo estilo), puesto que el antiguo era la misma iglesia (seguro que el primero pagando y el de la iglesia gratis). Pero este pueblo solo nos servia de reposo, no de hospedaje, así que seguimos adelante.
Y bueno, esta cabra curiosa se encargo de despedirnos xD

Las vacas serian parte del paisaje por unos días, en este en varias ocasiones.
Y lo bueno del esfuerzo era siempre mirar atrás y ver lo rápido que se alejaba todo… y no es que fuéramos muy veloces… casi siempre nos adelantaban, pero nosotros a nuestro ritmo, que lo que mas nos hartábamos de decir entre nosotros cuando surgía la prisa (por si al llegar no encontrábamos sitio libre) era que “esto no es una competición, vamos a disfrutarlo”.
No siempre era el mismo el que se quejaba o el mismo el que decía esto, durante todos los días fue cambiando.
Y aquí la foto mítica de grupo en uno de los lugares mas sobresalientes, la Cruz del Ferro (Hierro), en la que como tradición cada caminante cogía una piedra y la lanzaba al montón. Lo gracioso es que conforme llegabas a dicho lugar en el camino se iban acabando las piedras que coger. Arriba en lo alto había además miles de objetos de varios caminantes para dejar allí su huella, había de todo, desde fotos, gafas, pañuelos, colgantes y lo mas usual, papeles con dedicatorias.
Otro pequeño descansito y a seguir, que con tan poco pueblo no estábamos seguros si íbamos por la mitad o no, el caso es que tarde se nos iba haciendo.

En ocasiones, los más veloces dejaban muy atrás a los lentos y tenían que estar avisando para que parásemos. Hubo una vez que uno de ellos de harto (diciendo que para eso se hacia el camino solo) y se fue muy adelante. Esta foto es la representación de ese momento, nosotros avanzando, forzando un poco mas por encontrar al adelantado.

Dije antes que la rezagada casi siempre era mi hermana, bueno, pues esta fue de las veces en que el más veloz fue a su paso adaptándose, muestra de lo que debíamos hacer siempre.
Las rencillas son normales, se veían venir, y en general pocas hubo. Lo malo es cuando llama la madre del miembro que no esta y tenemos que decirle que su hijo se nos ha perdido…. Uf, nos vimos yéndonos para casa. Lo del móvil consistía en turnos, uno lo tenia encendido hasta que se quedara sin batería, ya que en los albergues no había garantías de enchufe seguro para recargar.

Aquí vemos “el núcleo urbano” de Manjarín. En verdad una casa lo constituía, pero era famosa por ser uno de los primeros albergues del Camino. En ella aparecían también carteles indicando los diferentes lugares de peregrinación y sus kms. (se puede ver en la parte izquierda, empezando por México, e incluyendo Jerusalén, Brasil…y por supuesto Santiago).
El camino seguía, y el de hoy se antojaba más duro y largo que el anterior. Se suponía que quedaba poco pero el camino no acababa y nosotros empezábamos a hartarnos. Todo era montaña y ni rastro de pueblos.
Por suerte, el sol fue sustituido por unos nubarrones grises…al menos calor no hacia, más vale que no nos lloviera.

Algunos acabaron maldiciendo a las montañas, esto se tornaba en locura ¿o no? Veíamos a lo lejos la ciudad de Ponferrada, pero nuestro destino era más pequeño… y escondido entre montañas.
Al fin encontramos el pueblo anterior a nuestro destino, donde preguntamos los kms para el siguiente. Nos dijeron que en el próximo no encontraríamos tienda de alimentos y tal vez por la hora alojamiento, así que aquí nos quedamos… por suerte.
Mucho cansancio, muchas agujetas y por poco uno que se despeña por culpa de las cuestas empedradas y no saber bajarlas … y también por las uñas encarnadas, aquí pasaba de todo.

Pero lo bueno fue la llegada al albergue, como siempre, pero este en especial, donde nos recibieron con una cesta de fruta gratis. Y bueno, sillas para los cansados mientras rellenábamos los datos.

Aquí vemos que la fruta y el dueño del lugar no fue el único que nos recibió de buena gana. Se llamaba Attila XD y tenia una confianza… A recalcar que este albergue era gratis (parroquial), solo pagando a voluntad una ofrenda. Y aquí también se ve que en algunos de estos lugares lo usual era dejar en la entrada los zapatos y las varas. Menos que limpiar.
Fuimos a una tienda de alimentación cercana (todo allí era cercano, pueblo muy chico xD) y los espaguetis con tomate supieron a gloria… junto con el descanso de la siesta. Y para los más doloridos un buen masaje, que aquí la servidora y mi hermana éramos las solicitadas por saber hacerlos bien.
¡Y a la hora de la cena, paella de carne gratuita también! Nos ahorramos la cena ese día. El cachondeo vino luego, allí entre gente de diferentes países acabo sucediéndose un “combate” entre Italia y España. Todo consistía en canciones y por ultimo bailes. Fue una de las noches más inolvidables que tuvimos.Y acabar con esto. La prueba de que cuando algo es gratis sabe mucho mejor, ¿verdad Ale? El joio, aparte de ser el bala del grupo, esa noche comió por tres. Más valía reponer bien las fuerzas… a pesar del cachondeo nocturno entre países, no sabíamos si el día siguiente podía ser peor. Por ahora iba empeorando camino y mejorando el trato.

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Hasta aqui la siguiente reseña, esta vez de un día, ya que ocurrieron más cosas... y bueno, me temo que lo tendre que hacer asi a partir de ahora ^^U.

Enfin, espero que haya gustado y no sea muy pesado, un saludo!! ;)