Locura y surrealismo
Gritar…no siempre es el camino Huir…a veces no hay más remedio. La locura se encuentra en lugares insospechados Y tú en tu cubículo interno temes Que de aquí a segundos te arrastre con ella. Herir las paredes para que dejen de gritar, Hacer oídos sordos sin poder calcular El alcance de unas ideas que no vienen de fuera, Que taponar la cuenca del cerebro aún no esta en prueba. Se seguirá escuchando sin querer hasta reventar de sordera. Lo surrealista siempre fue un gusto generalizado Sin pensar que era comprensible por vivir en tu entorno, Demostrando que lo normal en ti no existe, Que en las otras casas son humanos Y te tocó cargar con acciones de niños malcriados. ¿Dios como niño travieso? No lo veo descabellado, Si las figuras que te deben inculcar Se rompen en sollozos por caprichos Y destrozan la esperanza de una idílica vivencia. Sabiendo aun así que lo perfecto nunca existió, Te tienes que conformar con la mierda sobrante De unos fangosos restos de vida pasajera, Entre mentes de