Carrusel de Navidad
Danza en el vaivén de un giro incontenible Música en mis oídos cansados Y vecinos que se resignaron a caer en el olvido. Este giro me está matando Esta navidad que muestro y no conozco Este deber estar sin haber elegido. Los engranajes siguen marchando Al sonido de la rutina en un mundo mecánico Sin saber jamás el sabor del placer humano, Sin ver jamás un cielo que no esté enclaustrado En este carrusel sin sentido A ratos muerto, a ratos acelerado. Eternamente en su viaje a lo nunca soñado.